(Muñeco diabólico de Jonathan)
El sabado (día 5) por la mañana tocó levantarse pronto para preparar la cena porque hicimos un día intensivo. Al medio día comimos todos juntos (tallarines con salsa carbonara) en total eramos: Marga, Jose Miguel, Joana, Pere, Jonathan (Laura, su novia, vino por la tarde a decorar las galletas), Tomeu y yo. Después de comer las chicas querían preparar también la masa de las galletas y les dí otra receta que saqué de las delicias del buen vivir, que fué la masa que hice el año pasado... el resultado de estas galletas fue un "desastre", les di un papel con los ingredientes para que lo hicieran ellas, mientras yo preparaba la glasa... el resultado de las galletas fue... que quedaron duras como piedras... primero porque echaron toda la harina de golpe (y si las haces a mano, que era como las hacían ellas, tienes que ir añadiendo harina hasta que la masa ya no quiere más, igual que en la máquina), así que como había demasiada harina le añadimos un chorrito de leche... así que no se quien fue que tuvo la genial idea de decir que añadieramos otro huevo, y lo hicimos... yo creo que si tirábamos estas galletas a la pared seguro que hubieran hecho un agujero (jejeje), pero lo importante es que se lo pasaron bien mientras las preparaban. He de decir que la masa de estas galletas también esta buenísima, a mi personalmente me encantan las galletas de mantequilla y siempre que hago las hago con esta receta.
Una vez hecha la glasa (siempre siguiendo las indicaciones de nuestra apreciadísima Bea (aquí y aquí para ver las recetas) la teñimos de diferentes colores: verde, rojo, rosa, marrón y blanco (que ya es el color que tiene ella solita), y le pusimos aroma de limón (delicioso). La pusimos en mangas pasteleras la que utilizaríamos para delinear las galletas (que era más espesa) y en biberones la que sería para rellenar (que era más líquida).
Después de la decoración de galletas, preparamos la cena, solo era meter la lasaña en el horno, os pongo una foto del antes porque como siempre se me olvidó hacer la foto cuando la saqué del horno.